martes, 23 de marzo de 2010

Las Cataratas


La catarata es una patología oftalmológica consistente en la opacificación parcial o total del cristalino, lo cual impide el paso de los rayos luminosos provocando la pérdida de visión.

El origen etimológico del término “catarata” se remonta a la Antigüedad. En Grecia se utilizaban dos términos para designarlas:

  • Hypókhyma (“flujo que desciende”), pues para la medicina antigua las cataratas las causaban unos flujos espesos que oscurecían el cristalino, de forma que a mayor flujo mayor opacidad. Este término, propio de médicos, se tradujo al latín como suffūsiōn.
  • Katarráktēs (“lo que se precipita desde arriba”) posee dos significados básicos: “cascada” y “rastrillo de puerta fortificada”. En el latín cataractēs se conservan esos usos y se añaden otros: “verja” y “celosía”. Esta interpretación de las cataratas como verjas es la más aceptada, pues así lo confirman algunos autores: Leoncio, autor eclesiástico del s. V-VI o Gregorio de Tours en el s. VI. La catarata era algo que obstruía, tapaba, impidiendo ver con claridad; era una celosía más o menos tupida.
Por tanto, aunque algunos autores sostienen que el término “cataratas” no se concibió en su uso oftalmológico hasta el Medievo (por ejemplo, Marcovecchio afirma que fue Constantino el Africano el primero en usarlo en este sentido en el s. XI), como hemos visto ya en los siglos V-VI se entendía el mismo como “opacidad del cristalino”, valor con que continuó hasta la época medieval.

Aunque la cirugía de las cataratas no se perfeccionó hasta el siglo XIX, lo cierto es que tiene unos 4.000 años de historia. Ya en la Edad de Bronce (2.000 años a. C.) se usaban instrumentos de este metal para operar las cataratas, aunque los resultados fueron muy pobres. En el Código de Hammurabi, en la antigua Mesopotamia, el cirujano recibía una buena paga si tenía éxito en estas operaciones, y era duramente castigado en el caso contrario.

Siendo una de las principales causas de ceguera, no es raro que los médicos de diversas épocas le hayan dedicado atención. Así, en la historia de la cirugía de las cataratas podemos identificar 4 grandes periodos en virtud de las técnicas utilizadas:

  • Reclinación o couching: se practicaba desde varios siglos antes de Cristo, apareciendo descrita por primera vez en el siglo 6 a. C. en el libro Uttara Tantra de Sushruta, un cirujano indio considerado el fundador de la medicina hindú que dice “...el cirujano incide el globo ocular con una lanceta envuelta en un paño... si el paciente reconoce formas, la lanceta es retirada lentamente y se coloca manteca derretida sobre el ojo...”. En el mundo romano la primera referencia la encontramos con Celso en el año 25 d. C., que escribe “con el punzón debe llevarse la aguja a la catarata y, girándola, lentamente, desplazar la catarata hasta la parte inferior de la pupila”. El fundamento de esta cirugía está en que se consideraba al cristalino el órgano central de la visión, y como tal no podía extraerse. Además, se entendía que las cataratas eran una membrana creada delante del cristalino por coagulación del “humor” vítreo. De forma breve, en esta operación, que se realizaba a lo más con una especie de anestesia a base de opio, el cirujano desinsertaba las fibras de la zónula con una aguja de couching hasta que el cristalino quedaba reclinado, a través de una esclerotomía realizada "en un punto medio entre lo negro del ojo y el ángulo externo". Esta técnica se ha usado hasta el siglo XVIII principalmente, pero incluso hoy es empleada por cirujanos de oriente.
  • Cirugía extracapsular: los avances en la anatomía del ojo de autores como Vesalio o Kepler; y el esclarecimiento del papel jugado por el cristalino y la retina en la visión gracias al microscopio, fueron fundamentales para que Jacques Daviel hiciera el primer abordaje de la medicina moderna a este problema. En 1747, por primera vez, Daviel “incidió el limbo en su parte inferior en 180° con un querátomo y tijeras, hizo una capsulotomía anterior y extrajo la catarata presionando sobre el globo ocular”. Tras su éxito, surgieron distintas modalidades de esta técnica: Pamard de Avignon incidió el limbo superior; Himly aplicó la midriasis farmacológica y Mooren de Düsseldorf agregó una iridectomía para evitar el bloqueo pupilar.
  • Cirugía intracapsular: el método de Daviel no funcionaba bien para extraer cataratas no maduras, e implicaba complicaciones como la pérdida vítrea. Así que varios autores, como Samuel Sharp o Henry Smith, desarrollaron a inicios del siglo XIX esta técnica en que se extraía “in toto” el cristalino. La extracción se realizaba con distintos instrumentos, como forceps, aspiradores, crioextractores, zonulólisis, etc. La cirugía intracapsular se mantuvo en auge desde su aparición hasta casi finales del siglo XX, si bien aún se sigue usando hoy en regiones de extrema pobreza como el sudeste de África. En España, es importante el papel desempeñado por Barraquer, que en 1917 realizó este tipo de cirugía usando como instrumento el cuchillo de Grez.
  • Lentes intraoculares: aunque la idea de reemplazar el cristalino por una lente es antigua, no se hizo realidad hasta la segunda mitad del siglo XX. Pero para poder colocar las lentes era necesario un retorno a la cirugía extracapsular, además de requerirse ciertas innovaciones (como la viscoelástica) para que, finalmente, en 1949 Harold Ridley colocara con “éxito” un lente intraocular en cámara posterior tras el procedimiento de Daviel. En 1967, Charles Kelman introduciría la técnica de facoemulsificación, con un aparato que producía la fragmentación ultrasónica del núcleo del cristalino mediante una incisión más pequeña que la usada con la técnica de Daviel. Esto permitió una mayor seguridad en la cirugía y una rehabilitación más rápida. De hecho, hoy en día, la facoemulsificación es la mejor opción para el tratamiento de la mayor parte de cataratas.
Para informarse acerca de la operación de cataratas en la actualidad, recomiendo dirigirse al siguiente blog.
 

lunes, 22 de marzo de 2010

DAVID HUBEL

Hubel nació en Windsor Canadá en 1926. En 1929, su familia se mudó a Montreal, donde pasó sus años de formación. Estudió matemáticas y física en la Universidad McGill en Montreal y posteriormente se doctora en Medicina en 1951. Trabaja inicialmente en el Instituto de Neurología de Montreal y después en la Universidad Johns Hopkins en Baltimore como residente de Neurología. En 1953 se nacionalizó como estadounidense. En 1960 se incorpora en el Departamento de Neurofisiología de la Universidad Harvard. Allí comenzó la investigación sobre la corteza visual primaria e investigó con gatos. Obtiene el Premio Nobel de Fisiología en 1981 compartido con Torsten Nils Wiesel y Roger Wolcott Sperry, por sus trabajos sobre la fisiología de la corteza cerebral, específicamente aquella parte del cerebro que se relaciona con la visión. Sperry recibió el premio por demostrar que los hemisferios cerebrales controlan funciones especializadas.

Los experimentos de Hubel y Wiesel han ampliado considerablemente el conocimiento científico de procesamiento sensorial. En un experimento, realizado en 1959, se insertó un microelectrodo en la corteza visual primaria de un gato anestesiado. A continuación, se proyectaron patrones de luz y oscuridad en una pantalla delante del gato. Se encontró que algunas neuronas se activaron rápidamente cuando se presentan estos estímulos mientras que otras, a su vez, respondieron de manera diferente a los patrones de luz que a los patrones de oscuridad. Hubel y Wiesel llamaron a estas neuronas "células simples". Sin embargo, existía otro grupo de neuronas, que se denominaron "células complejas", cuyas respuestas eran idénticas a los patrones de luz y oscuridad. Estos estudios demostraron cómo el sistema visual construye representaciones complejas de la información visual sobre las características del estímulo.

En sus experimentos, al privar a los gatos del uso de un ojo, demostraron que las columnas de la corteza visual primaria que reciben contribuciones del otro ojo se hacían cargo de las áreas que normalmente reciben información del ojo privado. Esto tiene implicaciones importantes para la comprensión de la ambliopía por privación, un tipo de pérdida visual debido a la privación visual unilateral durante el llamado "período crítico". Estos gatitos tampoco desarrollaron las zonas que reciben las aportaciones de los dos ojos, una característica necesaria para la visión binocular. Los experimentos de Hubel y Wiesel mostraron que la dominancia ocular se desarrolla de manera irreversible en el desarrollo infantil temprano (así como ocurre con otros aspectos del desarrollo humano).

Hubel y Wiesel recibieron el Premio Nobel por dos contribuciones importantes: 1) Por su trabajo en el desarrollo del sistema visual, que implicó una descripción de las columnas de dominancia ocular en los años 1960 y 1970 y 2) Porque gracias a su trabajo se crea la Fundación para la neurofisiología visual, describiendo cómo las señales del ojo son procesadas por el cerebro para generar detectores de bordes, detectores de movimiento, detectores de profundidad estereoscópica, detectores de color y bloques de construcción de la escena visual.

Estos estudios abrieron la puerta para la comprensión y el tratamiento de las cataratas infantiles y estrabismo. Asimismo, fueron importantes en el estudio de plasticidad cortical. Además, la comprensión de los procesos sensoriales en los animales sirvió como inspiración para el descriptor SIFT (Lowe, 1999), que es una característica de locales utilizados en la visión por ordenador para tareas como el reconocimiento de objetos.